3 de agosto de 2012

Preguntas...

Te preguntas tantas cosas, que no consigues obtener respuesta a todas ellas. Todo se hace demasiado corto como para buscar un por qué. Si pasa es porque tiene que pasar, porque nos ayudará a entender que en ciertas ocasiones es mejor no tener lo que deseamos, porque nos hace daño o porque ese alguien no nos va a valorar como nos merecemos. Siempre evitamos engancharnos a alguien que nos promete una felicidad eterna porque en el fondo sabemos que algún día acabará y que tendrás que desengancharte de ella, aunque no será fácil. Te aferras a la vida, pero las circunstancias te superan. 

Reímos porque necesitamos ser felices de alguna manera, porque intentamos evitar preocupaciones, miedos y momentos por los que no nos gusta pasar. Lloramos porque queremos desahogarnos, porque notamos la necesidad de gritar, que nuestra alma hable y exprese tanto dolor acumulado. Intentamos llorar en la intimidad, porque creemos que es mejor enfrentarnos a nuestros problemas nosotros mismos, o porque simplemente no tenemos a nadie que nos consuele y nos haga sonreír. 

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