Estoy acostumbrada a que mis lagrimas no sirvan de nada, a que lo que yo pienso no se escuche, a que mis sentimientos tengan que ser guardados en mi porque cuando los suelto, son soltados envano.
A nadie le gusta llorar, pero sobre todo a nadie le gusta pasar su día llorando.

Era muy facil ser niños, de niños soñabamos con ser mayores, con tener un novio, unos hijos, casarnos... soñabamos tantas cosas y deseabamos tenerlas con todas nuestras fuerzas... Poco a poco van llegando, el deseo de tener un novio cuando lo tenemos deseamos quererlo, cuando lo queremos deseamos ser felices cuando somos, empiezan los problemas porque quieres estar siempre en una felicidad constante, y no es asi cuando tu quieres a una persona siempre hay problemas... La convivencia misma, llegan las primeras peleas los primeros lloros... No todo es una nube rosa, la nube es mas bien gris. Eso si, tampoco queremos perder esa nube gris... porque si la perdemos ¿Qué tenemos? Dime, ¿Qué tenemos? Nada.

Esa nube gris llamada amor, nos llena la vida, nos la cambia... Una vez hemos amado ya nada volvera a ser la mismo da igual cuantas veces lo hagas y de la forma en que lo hagas, cuando lo empiezes a hacer di adios a tu antigua vida, porque creeme nunca, nunca volvera a ser la misma. NUNCA.